viernes, 16 de septiembre de 2016

Lectura recomendada: "Azteca"



Los mexicas llegaron a ser uno de los pueblos más desarrollados de Mesoamérica, creadores de una sociedad civilizada con artes y ciencias avanzadas en la que, no obstante esto, existían los sacrificios humanos producto de sus creencias religiosas.

Más conocida por aztecas en la historiografía tradicional, la gente mexica poco a poco conformó también uno de los imperios más poderosos de entre los existentes en el continente americano a la llegada de los conquistadores españoles a esas tierras, despertando en ellos asombro y admiración puesto que nunca antes habían visto en el Nuevo Mundo gentes tan organizadas y ciudades tan prósperas, ricas, limpias y cuidadas, y no vieron otras hasta encontrarse con los Incas en Suramérica, en especial México-Tenochtitlán, la ciudad capital mexica, que según palabras de varios de ellos podía compararse con éxito con Sevilla o Roma y tenía mucha más población que cualquiera de ellas.

Sin embargo, no importando su grandeza, todos sabemos que salvo por la supervivencia de la lengua náhuatl de la que se importaron unas pocas palabras a la lengua castellana, y por un cierto número de costumbres del pueblo mexica que sobrevivieron a la imposición española, el mundo azteca es un mundo perdido para nosotros aun teniendo en cuenta que es uno de los más estudiados por los eruditos. Y es por eso precisamente que, para los amantes de la historia de los pueblos originarios de América, será de mucho valor leer la novela histórica publicada en 1980 por el escritor norteamericano Gary Jennings (1928-1999) titulada Azteca, porque los llevará nuevamente a ese sociedad llena de contrastes y creencias que en nuestra época nos parecen, y probablemente lo fueran en cierta medida, crueles y despiadadas, incluso cuando en la mayoría de las ocasiones esa crueldad tenía un motivo demostrado para ellos como por otro lado también se explica magistralmente en la novela.

 

La historia de Azteca está narrada con una insuperable desnudez en cuanto a la documentación de la vida cotidiana de los mexicas en sus más mínimos detalles, tanto antes de la conquista como durante ella, plagada de datos históricos y curiosos puntos de vista que de la mano del autor y por boca de su protagonista, Tliléctic-Mixtli (Nube Oscura), nos conduce de nuevo a ese tiempo pasado, a esos días decisivos, sin por esto resultar tediosa, pues nos hace partícipes de una manera amena e instructiva, con retratos verbales llenos del colorido de los paisajes, los personajes, y los hechos trascendentales ocurridos desde la niñez de su narrador hasta poco después de la caída de la que una vez hubo de ser una demoledora potencia que dominaba un territorio mucho más grande del ocupado por su nueva metrópoli.

Esa es una de las razones, pero no la única, por la que creo que la lectura de Azteca será grata y reconfortante para las personas interesadas en la historia de los pueblos de América, porque estoy seguro de que será preciosa hasta para los que gustan de las novelas románticas en donde priman las pasiones, puesto que en Azteca de nada se carece y su autor ha sabido con maestría darnos a conocer también a través de las frases de sus personajes, muchas veces rebosantes de una bella poesía, sus propias consideraciones acerca del amor, de la vida y de la muerte.

Puede hacer y enviar la reseña de sus libros favoritos a katharsismagazine@gmail.com para recomendar esa lectura.



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